domingo, 11 de julio de 2010

El sueño de los cuartos infinitos

Cuando estaba sólo, José Arcadio Buendía se consolaba con el sueño de los cuartos infinitos. Soñaba que se levantaba de la cama, abría la puerta y pasaba a otro cuarto igual, con la misma cama de cabecera de hierro forjado, el mismo sillón de mimbre y el mismo cuadrito de la Virgen de los Remedios en la pared del fondo. De ese cuarto pasaba a otro exactamente igual, cuya puerta abría para pasar a otro exactamante igual, y luego a otro exactamante igual, hasta el infinito.

(p154)

No hay comentarios:

Publicar un comentario